Hoy tengo el día dicharachero y creativo, así que voy a contar algunas cosas.
Todas tienen que ver con el boceto de Kyrie, y lo primero que me gustaría destacar es por qué está desnuda. No es más que simple comodidad. Como todos ya saben, empecé a dibujar haciendo chicas, y aunque a día de hoy me cuestan más que antes (porque me salen muy masculinas si no presto atención), he conseguido visualizar mejor los bocetos que hago para tratar de vencer a mis viejos demonios que atentan contra mi capacidad para las proporciones. O eso creo.
La ropa me parece un incordio, siempre que no estés diseñando personajes cuyo vestuario sea el definitivo y esas cosas. Mi idea es que, si algún día decido sacarle partido a uno de los bocetos con desnudos, los vestiré, o quizás no. Por lo pronto me gusta saber por donde van las líneas de la piel y las curvas, saber que estoy poniendo las cosas donde deben ponerse.
¿Qué tiene Kyrie de especial? Le otorga a la historia inexperiencia y juventud. Como ya dije en alguna ocasión, prácticamente todos los personajes son viejos, están decrépitos o ya han comenzado el declive de sus vidas. Kyrie es la esperanza de una vida larga para todos ellos, aunque eso sólo se reduzca a una ilusión final.
Su condición es similar a la de Horus, aunque a muy pequeña escala, y ella también debe huir de un pasado inquisitorio. Desde su nacimiento, había estado destinada a ejercer como sacerdotisa a las órdenes de los dioses, pero su coqueteo de adolescente con la magia le reportará, si bien grandes oportunidades, complicados desafíos y el castigo de los dioses vengativos.
En el boceto, Kyrie aparece sentada orando. En la escena original, invoca a los dioses para pedir su favor. Será la última vez que Kyrie recurra a los dioses.
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