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3 mar 2013

Cosas que van a pilas

Ayer me pasó una cosa. Hace tiempo me compré un teclado y un ratón para el portátil, porque las teclas de la máquina comenzaron a fallar y es un soberano coñazo escribir sin poder poner comas, ni tildes y a veces ni ciertas letras. Lo del ratón fue por comodidad y porque me daban un dos por uno, pero el caso es que también odio el ratón táctil.

El caso es que el ratón había estado fallando un par de días y ayer me dijo adiós al parecer de forma definitiva. Como no iba ni a tiro, lo saqué del usb y lo estampé contra una de las paredes de mi cuarto (no me juzguéis. Estoy prácticamente segura de que vosotros habéis hecho algo parecido alguna vez). Después de un rato cuando se me pasó la vehemencia y me levanté, creo recordar a por algo de comer, y recogí el ratón del suelo, comprobé que no se había roto, si no abierto, y que dentro había tres huecos para tres pilas que sabe dios donde están ahora. Debajo de cualquier mueble junto a mis hordas de pelusas y ácaros probablemente, conspirando contra mi. Después de la cara de mema que se me quedó entendí que tenía dos problemas: conseguir tres pilas y conservar esperanzas por que después de eso el ratón siga funcionando.

Lalalá....

Por cierto! Estas dos mujeres van a venir a verde desde Canarias poco más de 20 días y estoy muy contenta, nerviosa e impaciente *___*
Zade, amiga mía desde hace ya unos años largos, no he tenido nunca la oportunidad de conocerla en persona ¡hasta ahora! ¡¡Ais!!





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